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Mis poesías no tienen ni rima no metrica. Si encuentras alguna de ellas que tenga, enhorabuena, porque no lo hago aproposito :P

viernes, 1 de abril de 2011 22:49
Pude acabar
¡Me dio tiempo! Ya lo acabé esta tarde el capítulo de Shirokuro, soy feliz... A partir de aquí empieza un poco el lío con las deidades, que aparecen en varias historias y que tienen su propio "gran" conflicto, pero de momento no adalentaré más.
Sin aburriros más aquí el capítulo:

Capítulo 8

-No entiendo.-Dice Tama.
-¿Quién ha ocupado tu cuerpo y tocado la canción con él?
“No se lo digas”-Escucha Tama la voz de Ryo en su mente.
-Nadie, por suerte pude entrar en el aula de música y ensañar lo suficiente para que me saliera bien.
-¿Y tu mirada de seguridad? Nunca te he visto tan segura delante de un profesor.
-Simplemente sentía que me iba a salir bien, nada más. Para hacer algo realmente bien has de tener seguridad en lo que haces.
-Tama... Sabes que no me puedes mentir... ¿Quién ha sido?
-Nadie, ¿cuántas veces te lo he de decir?-Dice Tama con seguridad.
-Puf, eres imposible.-mira el reloj.-Cuando quieras decírmelo me lo dices, me voy.
-Hasta mañana.
“Gracias.”-Vuelve a oír a Ryo.
“¿Por qué no quieres que se lo diga?”
“Más tarde te diré el por qué, siento ser tanto problema.”
“No te preocupes, lo que estoy haciendo no se puede comparar con cómo me has ayudado esta mañana.”
En ese momento llega Shinjiro y ambos se van. Durante el viaje Tama se extraña por qué Due no habla para nada. Cuando llegan a casa Tama se va directamente a su cuarto y coge a Due de su cabeza.
-*Singh*Con lo bien que se estaba dormidita... ¿Qué pasa?-Pregunta Due bostezando.
-¿Estabas durmiendo? Lo siento mucho, no me había dado cuenta.
-Estas perdonada, dueeeeeeeeee. ¿Quieres que te ayude con los deberes?
-Vale.
Tama se pone a hacer los deberes y Due revolotea alrededor y de vez en cuando preguntándole a Tama cuanto le queda hasta que esta acaba.
-Creo que voy a hablar con Shinjiro.-Dice Tama levantándose.
-Vale, voy contigo, así le fastidio un poquito, dueeeee.
-No seas mala, él también tiene deberes.-Sale de la habitación.
-Jo.
Tama va al comedor y ve una nota de Shinjiro:
“Como estabas tan concentrada no he querido molestarte. Me he ido a casa de Kouki para preguntarle sobre unos ejercicios.”
-¡Tendrá cara!
-¿Ves como tenía que fastidiarle? ¿Ahora qué hacemos, duee?
-No sé, estoy un poco cansada, creo que leeré un poco.-Dice Tama.
-Pues yo creo que me dormiré dentro de la nevera, que se está fresquito, dueeeee.-Dice Due y entra en la nevera.
-Lo que quieras, no te congeles.-Tama coge un libro del instituto pero a los pocos minutos se queda dormida.
“Ya estoy otra vez aquí.”-Piensa Tama que aparece en el lugar entre la luz y la oscuridad.
A diferencia de otras veces, Ryo está esperando a Tama.
-Buenas.-Saluda Tama.
-Sé que te debo varias explicaciones, empecemos por mi desaparición. Aquí la cosa no va igual que fuera, para obtener energía solo puedes descansar, por lo es eso lo que he hecho, ya que gasté mucha energía los dos días anteriores.
-¿Mucha energía? ¿Cuándo?
-Las dos veces que te desperté. El cambio/control de hoy ha podido ocurrir porque tú me has cedido parte de tú energía.
-Ah, ¿y lo de Aoko?
-Eso es más complicado...
-¿Por?
-Las personas que no tienen cuerpo están “muertas” y yo solo estoy “vivo” por una especie de pacto...
-No entiendo...
-Yo ahora mismo debería estar muerto, pero sellé un pacto con alguien para seguir así.
-¿Con quién?
-Con los dioses de los deseos. Mis padres antes habían hecho un oscuro pacto...

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